Gracias finales
Gracias
Porque fuiste todo lo que siempre busqué.
Llegaste por una ventana, un espacio en medio de la nada
Me sorprendí buscándote, esperándote, corriendo para encontrarte
Y pude ser yo. Pude ser yo contigo
Gracias.
Porque sostuviste mi cabeza y le pusiste pies a todos mis proyectos
Porque fuiste parte de mis viajes y locuras
Te hiciste parte en mis sueños, rabias y alegrías
E hiciste florecer mi vida.
Todo tenía sentido en ti.
Gracias.
Porque tu vida me hizo conocer una nueva forma de belleza
Fuiste, eres y serás siempre para ese poroto que caminó contigo, la más linda, la más pura, la mejor mujer.
Aprendí que es nuestra mirada la que renueva el mundo.
Y mirarte a ti me hizo descubrir uno que no creía que tenía
ese que quisimos construir juntos.
Gracias.
Porque me hiciste sentir tan orgulloso de ser parte de tu vida
Eras mi mayor descubrimiento, todo lo que el mundo necesitaba para ser mejor
Porque encarnas la esperanza de que se puede. Podemos ser mejores como sociedad.
Fuiste y sigues siendo -para fortuna del mundo y desgracia mía- el antídoto perfecto al desconsuelo.
Y mi mundo queda ahora agrietado sin ti.
Gracias.
Porque aún desde el silencio, desde la compañía leal,
Me acercaste a Dios, me mostraste su rostro cara a cara.
Fuiste la epifanía de mis búsquedas más profundas, de mis viajes más lejanos.
Es a través de ti que pude volver a tener sed. Por justicia, por verdad, para amar destajadamente.
Nunca pude -y me pregunto si alguna vez podré- pensar en Dios sin pensar en ti.
Gracias.
Por todo lo que eres.
Por que a nadie he querido como te quise a ti.
Y sabes, debes saber, que te quiero siempre. A mi modo, pero al fin y al cabo, siempre.
No hay vuelta atrás después de ti.
Gracias simplemente y llanamente por existir.
Y finalmente, gracias.
Por dejar ir, por haber tenido la paradójica valentía del cuestionamiento.
Por haber buscado en nuestro futuro el presente que se nos iba de las manos.
Por seguir creyendo que quizás nuestros caminos vuelvan a cruzarse
Porque sé que así lo crees. Yo lo creo.
Gracias por seguir creyendo en que en algún lugar existe espacio para nuestra historia.
Me voy llenísimo de gratitud.
Con el corazón apretado de emociones
Con la cabeza llena de buenos recuerdos
Con una vida aún falta de viajes y proyectos juntos.
Con la esperanza de que puedas ser feliz
Como tú me hiciste a mí.
Gracias, gracias, gracias, gracias, gracias.
Mi viaje sin ti
viernes, 27 de diciembre de 2013
viernes, 4 de octubre de 2013
Si-n fin
Si-n fin
¿Cómo
soltarte si te llevo dentro de mí?
Porque te llevo
pegado a mi cuerpo
Te veo
detrás de mis ojos,
tu olor está
pegado a mis poros
tu sombra,
tus sonidos, tus pensamientos…
Me rasguñan por
dentro
¿Cómo
emprender camino sin ti si tú eras mi Norte y mi Sur?
Ni oriente
ni occidente tienen nada interesante para mí
No quiero
escapar, no quiero quedarme aquí
hace frío,
hace tiempo, hace nada
Este viaje ya
no tiene viaje
El mundo por
delante y el camino vacío, interte, seco.
¿Cómo volver
a ser libre?
Si ya no
tengo a qué aferrarme
Si mis pies
tiemblan de querer volver a pertenecer a un lugar
Quiero ser
débil, quiero olvidarme de todo y rendirme
Volver a caer,
olvidar la razón y saltar a la nada
Caer, caer y
caer.
¿Cómo logro
recomenzar mi vida?
Si quiero
solo abrazar la muerte
Dormir,
descansar, estirarme, respirar, expirar, subir y bajar
Quiero despertarme
dormido, volver a soñar
Cerrar los
ojos de verdad.
Dejar de
verte en la oscuridad
¿Cómo
encontrar respuestas?
Si ni
siquiera conozco las preguntas
No hay mapa
que sirva sin la que fue mi brújula todos estos años
Si no hay
marea que me traiga de vuelta a tus arenas
Si la única
respuesta eres tú
Y ya no
estás.
10.2013
Navega (mucho antes del fin)
Navega
Suelta.
Suelta y
deja que el tiempo se apodere un poco de ti.
Permite que
tus brazos caigan, que tus hombros floten, que tu cuerpo caiga cansado y se acurruque
entre los susurros de tu almohada.
Detén tu camino y regálate un día para ti.
Deja el control de todo y déjate llevar.
Calla.
Calla y
escucha.
Escucha el
sonido de la noche, el palpitar de tu corazón.
Deja que el silencio acompañe tu soledad,
que se convierta en tu compañero de viaje.
Vuelve a
escuchar música. Olvídate del mundo y escucha de verdad.
Déjate
llevar por el devenir de una canción, y permítete habitar en una simple melodía;
que la música es arquitectura en movimiento y el palpitar en tu pecho es el
hogar más sincero que jamás alcanzarás.
Cierra los ojos.
De verdad,
hazlo. Apaga las luces y descansa tu mirada.
Deja que la
oscuridad te atrape unos momentos.
Que te
permita sumergirte en el espejo de tu alma
Que aparezcan los colores milenarios, que
se despierte tu conciencia adormilada, que sueñes con ganas, que duermas con
tiempo, que tus poros se abran y tu frente descanse.
Permite que la niña que tienes dentro
vuelva a hablar, busque, indague, juegue.
Déjate querer.
Mira.
Mira y
contempla el camino de las mañanas.
Permítete mirar las caras de cada persona
que pase por tu vida.
Busca en sus
pupilas las búsquedas que todos llevamos dentro. Empatiza como tan bien lo
haces y siéntete cobijada en cada guiño, en cada ojera, en cada pestañeo y
sonrisa que el mundo te regale.
Respira.
Dale una
oportunidad a tus pulmones.
Detén el tiempo
y concéntrate en la maravilla de estar viva
Deja que el
aire fresco se inyecte en tu sangre, sacuda tus miedos, renueve tus
convicciones, relaje tus hombros y te libere.
Inspírate.
Déjate conmover
por la historia. Escucha los mensajes que el universo nos regala.
Contempla
los procesos de la humanidad, las grandes caídas, las pequeñas maravillas.
Permítete ver
el hilo rojo del destino que nos une a todos.
Déjate
llevar por el movimiento de todo lo que sucede.
Por la
energía que nos circunda, nos envuelve, y nos recuerda que somos parte de algo
más que nosotros mismos.
Emociónate.
No le des
tregua a la vergüenza y a los conceptos.
Permite que
renazca la niña que lloraba por pitipai y pitipoy.
Recuerda la
vela que te inspiró, en esa que te permitió ser luz en la oscuridad para otros.
Recuerda y suspira con ganas.
Repasa tu
historia y deja que tus dolores más profundos sean, descansen, puedan tener un momento de tregua en tu camino.
Deja que las lágrimas recorran tu cuerpo,
que tu alma surja, florezca y resuene con tus entrañas.
Siéntete viva.
Recuérdame.
Recuérdame y
permite que libremente tu conciencia se revele a tus búsquedas.
Deja que las
imágenes floten en momentos compartidos, en instantes de sentirse cobijada.
Indaga en tu
memoria por las tardes de otoño, las caminatas en silencio, los abrazos más
sinceros y las despedidas más difíciles.
Recuerda a
todos aquellos con los que pudiste ser tú.
Tú,
realmente tú.
Olvídame.
Olvídame y
deja que las partículas de aire te recuerden los besos que te robo. Los abrazos
apretados y el olor de nuestros mejores días.
No los
fuerces. No los busques esta vez.
Olvídame y permite
que el destino se preocupe de reencontrarnos. De reencontrar nuestros caminos y
hacernos renacer.
Olvídame,
ódiame un poco, olvídame por un momento.
Como la
niebla que se disipa en la mañana
Y déjame
volver lentamente.
Deja que
renazca naturalmente en ti.
Desde
dentro.
Contigo.
Vuelve a creer.
Ten fe en tu historia, en tu camino, en los
malos y los buenos pasos.
Confía en
que todo lo que has vivido tiene un plan final, que a ratos has logrado
visualizar, y has seguido entre tropezones y una constante búsqueda por la
verdad
¿En qué
habrá que creer? ¿En qué depositar nuestra confianza cuando todo ha muerto? ¿En
qué confiar si nada es seguro?
Sólo tú
puedes reencontrar tu camino, sólo tú puedes llenar de sentido tu búsqueda
última y solo tú podrás darle al mundo el giro definitivo.
Es en tu
conciencia de lo universal donde están las respuestas para hacerte una con el
mundo.
Todos los reinos
palpitan en ti.
Cree una vez
más en el milagro con el que todo partió.
Cree en la magia una vez más
Podrán romper todas las flores, pero jamás
eliminarán la primavera.
Vuela.
Vuela libre.
Vive de verdad este tiempo sin mí.
Vive a rienda suelta este tiempo para ti.
Patalea y baja; sube y navega,
Exhala y
expira
Abre tus
alas, pedalea tranquila y deja que el tiempo renueve tus fuerzas.
Permite,
permite, permite.
Y recuerda que para volar tenemos que dejar
un poco de peso, levantar los pies del suelo, abrir los poros de nuestra alma y
perder la sintonía del tiempo… derivar en locura
Que sólo es
realmente cuerdo el que se permite ser un poco loco.
Y finalmente, navega!
Navega por lo que el destino tenga que
decirte,
Deja que tu barca corra libre
Que tu viaje a Ítaca sea rico en
experiencias
Que el viento te conduzca sin
remordimientos ni pesares
Siente la brisa en la cara, el olor a sal y
a eucalipto.
Reposa la vista en el horizonte y navega a
la deriva.
Escucha tu corazón y cuando llegue el
momento, ajusta las velas.
Conozco tus mares… sé de tus oleajes.
Confío que esas corrientes te traerán de
vuelta a estas playas.
De vuelta a mis brazos.
Suelta.
Calla,
cierra los ojos y mira.
Respira,
inspírate y emociónate.
Recuérdame, olvídame,
vuelve a creer y vuela.
Y
finalmente, navega
Navega libre y vuelve a nacer.
Yo estaré
esperando tu regreso. Siempre.
N.
Aculeo,
08.04.2013
La verdad
La verdad
La verdad es
que todavía te veo
La verdad es
que todavía te espero
Te busco, te
añoro, te echo de menos
La verdad es
que todavía sueño con ese día, quizás, por ahí…
Estoy
tratando de avanzar, pero la verdad empuja más fuerte que esta muerte
La verdad es
que tengo todavía tanto que darte, que entregarte
Y la verdad
es que no quiero estar sin ti
Pero en el
silencio, en la oscuridad, te miento
Y aparto tus
fotos
Y olvido
nuestros planes
Y acallo las
ganas de llamarte
De abrazarte
Y decirte
que terminemos con este fin de plástico, irreal y repentino
Que no creo,
no concibo ni puedo aceptar
Te miento y
me miento
Me escondo
detrás de nuestras canciones
A las que no
les puedo poner pausa
Y alargan
esta lenta muerte, que pasa sigilosa
Puede el
amor ser más fuerte?
Nos esperará
a la vuelta de nuestros viajes?
Qué sucederá
de verdad?
La verdad?
Tú eres mi
única verdad.
nuestra historia
Acaso
¿Acaso no es este el momento en el que uno de los dos
debería decir
“mira, nos queremos, todas las parejas pasan por esto…
démosle otra oportunidad”?
¿donde, qué, cómo?
Dónde, qué,
cómo?
Donde dejo
Tus cartas,
que hablan de un ahora que ya no es
Nuestras
fotos, que dibujan surcos vacíos y tan llenos de vida
Los
proyectos, que llenaban de sentido cada cosa que hacíamos, por estúpido que
fuesen.
Aquellos
sueños, que aún persiguen mis noches y escapan a mis días
¿Dónde dejo
lo que aún somos?
Qué le digo
A nuestros
hijos, que no alcanzaron a oírnos
A la
naturaleza, que conspiró con tanta convicción para que nos encontraramos
A Dios, a
quien no logro entender si tú no estás tomando mi mano, sosteniendo mi hombro.
Al espejo
cada mañana
A la tinta,
a la creación, a la posibilidad de mandar todo a la mierda y recuperarte para
siempre.
¿Qué le digo
a los porotos?
Qué hago
Con el hacer
juntos, con el ser juntos, con ser un algo que no se puede pensar separado
Con todos mis defectos, que sólo tú lograbas convertir en algo bueno
Con la pena, la rabia, el cariño, las luchas, búsquedas, locuras y
sorpresas
¿qué hago con el hecho de que sigues existiendo?
El punto final
Es que no quiero hacer nada
Ya no quiero decir más cosas ni seguir racionalizando por qué no
estamos juntos
Pero más que nada
Y sobre todas las cosas
No quiero dejarte.
Ni ayer, ni hoy ni nunca.
09. 2013
lunes, 30 de septiembre de 2013
No lo sé
No lo sé.
No se si
podré volver a verte sin romperme
Sin ser lo
peor
Y lo mejor
De todo mi
día,
de toda mi
vida
No sé qué
hacer cuando más te necesito
Si correr
hacia ti
O esperar,
luchar y seguir negando lo que mi corazón dice
No sé si
hacerle caso a la cabeza o al corazón
No sé que
será de lo que fuimos
Qué fué lo
que seremos
Qué seremos
cuando todo esto ya no sea
Qué es lo
que sea que vaya a suceder
No sé qué
hacer
Qué decir
Qué pensar o
sentir
Para volver
a sentir la felicidad que alguna vez tuve contigo
Ya no sé
Cómo hacerte
feliz
Y eso es
lejos el dolor más grande que existe
Simplemente,
no lo sé.
09.2013
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